Publicado 31 de agosto 2020
El presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, José Luis Lassalle, consideró necesario ampliar el debate a todos los actores institucionales y políticos y a la sociedad en general, pero advirtió que la reforma sólo será “seriamente encarada” si se devuelve el equilibrio de poderes al Consejo de la Magistratura, hoy cooptado en su integración por el poder político. El CASF adhiere a este pronunciamiento que compartimos con las/os colegas, y que fuera expresado por el titular de dicha Federación a un medio nacional horas antes de la media sanción por parte del Senado.
En declaraciones a LU4 Nacional Patagonia AM630 de Comodoro Rivadavia, Chubut, Lassalle recordó que la reforma a propuesta del Ejecutivo Nacional se divide en dos áreas: una, que ha sido puesta a estudio del consejo consultivo que ha creado el presidente por decreto, en cuanto al funcionamiento y constitución de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Magistratura y ministerios públicos, que está en una suerte de stand by con el presidente esperando que el consejo se reúna y funcione y en el término de noventa días produzca un dictamen para su asesoramiento.
Por otra parte, el proyecto de reforma de tratamiento en el Senado (ahora con aprobación de dicha Cámara), en una de cuyas instancias de debate ya participó la FACA a través de su titular, “lo hemos analizado profundamente y en principio la FACA es conteste de que una reforma de la justicia federal tiene que darse. Cómo, cuándo y de qué modo es otra historia”, puntualizó el dirigente.
En ese sentido, analizó que una Justicia Federal “que ha estado cuatro meses parada o reducida a una mínima expresión, porque durante toda su historia no ha podido despegarse de la aguja y el papel, y sigue sin incorporar las herramientas informáticas que permitan ir hacia un expediente digitalizado y a un sistema electrónico que pueda funcionar a distancia, donde funciona en una emergencia edilicia declarada por el propio Consejo de la Magistratura, o con una insuficiencia financiera que ha llevado al presidente del Consejo a decir que desde octubre no podrán seguir pagando los sueldos en la magistratura”, necesita ser actualizada. “Realmente necesitamos una mirada distinta de la Justicia y encarar seriamente si al Estado le interesa tener una Justicia Federal eficaz y con una tutela efectiva y oportuna de los derechos de la ciudadanía”.
No obstante –sostuvo– el proyecto que se ha mandado no plantea una reforma integral: “No aborda estos puntos que estamos señalando y en realidad significa un aumento cuantitativo de la cantidad de juzgados federales en lo penal, fundamentalmente, ya sea en la Capital Federal como en el interior del país. Entendemos que una reforma como la que se debe plantear, en primer lugar no puede tener un trámite express y tan acelerado como ha ocurrido en el Senado, donde sí hemos sido escuchados, y lo reconocemos y valoramos, pero que por el tiempo tan escaso no hemos podido ni siquiera realizar los aportes constructivos que podríamos hacer junto con el resto de quienes han concurrido -o no-, a este tipo de entrevistas, en una ley que genere un consenso de todos los sectores”.
“La reforma de la Justicia se ha encarado en varias oportunidades y en todos los intentos se ha fallado, y dada la bajísima credibilidad y confianza que hoy la población tiene de la Justicia, nada menos, no se puede fallar en otro intento”, aseveró. “Nos parece que esto debe ser debatido ampliamente tomándose el tiempo necesario, donde participen todos los sectores –la magistratura, los funcionarios judiciales, los empleados, por supuesto la abogacía, los legisladores, la política, las entidades intermedias, la población en general– y después de un largo debate y llegado a un consenso muy amplio, que permita que una ley en el futuro sea sustentable, sí sancionarla. Pero me parece que no se está cumpliendo con estos objetivos, y estos trámites tan acelerados alientan suspicacias de otro tipo que a nosotros también nos mueve alguna inquietud”, observó.
En tanto, hizo votos para que el debate se abra en el tratamiento en la Cámara de Diputados, que “no se acote en el tiempo como se lo ha hecho en el Senado, y nos permita a todos hacer los aportes. Nadie está discutiendo que la reforma judicial debe encararse, pero hay que hacerlo de forma seria, sin alentar este tipo de suspicacias que mal le hacen, y le siguen haciendo, a la Justicia”.